Será aquí mi humedad, mi idiolecto, mi lengua húmeda. Nuestra humedad, el español, la lengua nuestra.
La Humedad, la lengua toda, el músculo de lo humano, peregrinaje de babas:

toda ella, la lengua, soporte de nuestra humanidad, húmeda mortandad, toda ella, imperecedera: la Lengua Húmeda.

Do quiera


Do quiera un círculo se ajusta,
ahí se encuentra la mirada del hombre,
oráculo nacido del ombligo,
capaz de cetrificarse y de rodillas
alabar las estaciones que le circundan.
Do quiera un canto, do quiera un compás,
brota un escopo de divinidad y súbdito,
surge un temple de autocrítica y elogio,
retrato de espectáculo y espejo
ante el cual se abre el telón terrible.
Ahí el ser humano,
ha confundido el pasado con el origen,
atinando quizá con un destino inefable.
También ha sentido la ausencia de dios
y proclamado para sí,
el orden de las cosas.