Será aquí mi humedad, mi idiolecto, mi lengua húmeda. Nuestra humedad, el español, la lengua nuestra.
La Humedad, la lengua toda, el músculo de lo humano, peregrinaje de babas:

toda ella, la lengua, soporte de nuestra humanidad, húmeda mortandad, toda ella, imperecedera: la Lengua Húmeda.

Anonimato

Me pareció ver un obolo,
en los rieles del metro.
Lo había traído un túnel, se le notaba
en la altura encogida;
tanto a esconderse
—como los utensilios de cerámica,
al pisar esta tierra el hombre blanco—,
se había acostumbrado.


Mira que es nada fácil,
por mucho que sobre rieles los vagones,
avancen a centímetros del suelo,
y sólo sea crujir un estallido de presencia,
y sólo pelusas y lombrices coraza,
ser quien todo lo presiente en pisadas.
La luz no ha sido obsequiada a todos,
ya los murciélagos lo supieron
al primer rayo,
ya los locos.
Así deviene el misterio,
como el mal inserto en el hombre,
donde al polvo paja anónima
en su entraña fue predispuesta.

Así compuesta de abismos,
de poros y abismos
vaga la estructura del orbe.
Pensar que hay tanto
que nunca se presiente
y nos alberga,
tanto eco indescifrable
prófugo para sí,
y aun me entristece
que ese obolo fútil,
—habitante de la luz para existir en mi mirada—,
nunca me contó su historia.