Nescire
Ignorante de las gladiolas.
Hace tanto los capullos borbotearon
al ver nacer el aire,
de los tentáculos de los pinos.
Se recostó un ciempiés, alguna vez,
y las huellas de arena imprimieron,
al desvanecerse,
—nada tan infinito como lo anónimo.
Entonces callaron las nubes
y en silencio preguntó,
¿Acaso han nacido otros hombres antes que yo?
y las gotas de rocío se evaporaron
como símbolo del agua que nadie ha proclamado,
¿cuántos?
cayó un madero,
¿cuándo?
testificó con sus restos un bicho.
Carbono catorce y tres preguntas,
...y nada hubo de misterio,
cuando al desconocer las flores,
las encontró el ser humano,
plantadas en la tierra.
Será aquí mi humedad, mi idiolecto, mi lengua húmeda. Nuestra humedad, el español, la lengua nuestra.
La Humedad, la lengua toda, el músculo de lo humano, peregrinaje de babas:
toda ella, la lengua, soporte de nuestra humanidad, húmeda mortandad, toda ella, imperecedera: la Lengua Húmeda.
Nescire
Poemario
Ocio del Hipotálamo